En la antigua China hubo un primer ministro muy sabio. Primeramente, aprobó el examen imperial con las mejores calificaciones y finalmente fue ascendido a primer ministro. Ayudó al rey a gobernar el país con eficacia y le gustaba inspirarse en las sabias palabras de los antiguos. Naturalmente, se interesó mucho por el Mahayana y llegó a ser un gran...