El Emperador acababa de seleccionar una nueva concubina real cuya belleza estaba fuera de este mundo. Por lo tanto, la adoraba y la mimaba. La emperatriz lo sabía, y por ello mostraba también adoración por la nueva concubina y la colmaba de favores y regalos para que a la nueva concubina real no le faltara de nada.El Emperador estaba muy complacido...