En la antigua China, hubo un hombre sabio llamado KL. No se comprometió y, por lo tanto, decidió unirse a la corte. Muchos reyes vinieron a ofrecerle puestos oficiales, pero él los rechazó todos.
Era tan pobre que cuando falleció, tuvieron que usar una manta vieja y desgastada que era demasiado corta para cubrir su cuerpo.
Zeng Zi, un conocido erudito confuciano, vino a presentar sus respetos.
Zeng Zi sugirió que si la manta se ponía en diagonal, cubriría todo el cuerpo
La esposa de KL respondió: “Es preferible usar una pieza de tela derecha aunque se quede corta que cubrir el cuerpo con una pieza de tela en diagonal. Cuando mi esposo estaba vivo, era tan directo y honesto que ahora hemos terminado así. Creo que no estaría de acuerdo en colocar la manta en diagonal”.
Zeng Zi permaneció en silencio porque no pudo encontrar respuesta. Más tarde le pidió su opinión sobre un título póstumo para KL (los nombres póstumos suelen reflejar el carácter moral del difunto).
Ella respondió: “Mi esposo nunca estuvo triste porque fuéramos pobres. Nunca se impresionó porque los demás fuesen ricos. Debería llamarse “Pacífico y Dichoso”.
Zeng Zi pronunció con admiración: “¡A tal marido tal esposa!
¿Cuántas esposas soportarían una vida de pobreza cuando su esposo podría haber elegido el estatus social y la riqueza?
En mi humilde opinión, ¡la esposa de KL es cuando menos igual a él!
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